Y e aquí un pequeño epílogo de la partida:
La mañana era oscura, una densa niebla cubría el lugar y tan solo las llamas entre las ruínas de la academia iluminaban la zona.
Aun se oían gemidos entre los restos, estaba claro que los servicios de emergencia ni tan siquiera conocían el lugar.
Dos enormes helicópteros se dirigían cortando el viento hacia la zona. Uno venía del Este y el otro del Oeste, ambos del mismo modelo pero con insignias muy diferentes.
El primero, con un enorme Olivo rodeado por una muralla en su emblema, aterrizó a primera hora cerca de la academia. De él desembarcaron 8 hombres y rápidamente se empezaron a desplegar por el lugar. Parecía saber lo que hacían con exactitud, cada uno afanado en una tarea tan importante como su vida misma.
Entre ellos, descendió el general Mkvenner, que tras mirar el lugar con gesto serio, habló por radio y se ocultó entre los edificios.
El otro helicóptero, que llegó al lugar unos minutos más tarde, pareció vomitar a un hombre demasiado cerca del suelo. El paracaídas apenas se abrió y el soldado cayó sobre un edificio, derrumbando lo poco que quedaba del tejado.
Poco después, en una carretera algo alejada, Shombra y sus hombres desembarcaban y comenzaban a tomar posiciones.
La batalla se aproximaba y ambos generales lo sabían. Sus hombres, inquietos por la poca visibilidad que tenían, se dedicaban a comprobar las comunicaciones para evitar eliminar a algún amigo.
(...)
Tras una hora y media de lucha encarnizada, y mientras la niebla era disipada por el viento invernal, ambos helicópteros abandonaban el lugar con la gran mayoría de sus soldados a bordo.
Ambos bandos habían logrado algunos de sus objetivos y estaba claro que los mandos estarían contentos con el resultado, pero… ¿A qué precio? ¿Acaso no veían que luchaban contra sus propios hermanos?
Lo que estaba claro, es que el conflicto no había hecho más que empezar, y las cosas se pondrían muy feas para todos.
Esa misma tarde, en el Antro de Xurxo, ambos generales se reunieron y se felicitaron. Tras algunas copas y algo de charla insulsa, se dieron la mano y prometieron volver algún día a reunirse… Tal vez cuando el conflicto diera a su fin…
Saludos.